Historia de Los Tojos

El territorio que ocupa el municipio de Los Tojos, se encontraba en época romana en la zona de paso de una de las vías secundarias de comunicación que unía el Valle de Campoo con el Valle del Saja, por el Collado de Somahoz y el Puerto de Palombera. Esta vía se ramificaba antes de llegar a Valle, en Cabuérniga, y partía por un lado hacia San Vicente de la Barquera (Portus Vereasueca) y por otro, hacia Suances (Portus Blendium). Es probable que la vía contase con dos ramales, uno que pasaba por el núcleo de Los Tojos y otro por el de Bárcena Mayor. Durante la Alta Edad Media encontramos aquí los tres concejos más meridionales de los diez que formaban el Valle de Cabuérniga, uno de los de la Merindad de las Asturias de Santillana. 

En torno al año 1000 aparecen las citas más antiguas sobre las iglesias, ermitas y monasterios de los antiguos concejos; de este modo, la iglesia de Santa María de Barcena Mayor aparece, en el siglo IX, sometida al señorío eclesiástico de Santa María de Yermo, incorporándose en 1168 al monasterio de San Pedro de Cardeña (Burgos) mediante una donación de Alfonso VIII. Los Tojos formó su propio concejo, siendo sus habitantes gente de behetría que escogía libremente a su señor; aunque a pesar de ello, acabaron como el resto del Valle de Cabuérniga bajo el dominio del señorío de la Casa de la Vega, como así queda recogido en el Apeo de 1404, y en la organización de la administración señorial que ese mismo año hizo el almirante Diego Hurtado de Mendoza, señor de la Vega. En el año 1444, Juan II consolidó la vinculación del valle al señorío de los Vega Mendoza, duques del Infantado. Sin embargo, ya con anterioridad se había iniciado la resistencia contra este señorío, surgiendo el denominado Pleito de los Nueve Valles; éste fue un proceso que enfrentó a nueve valles de las Asturias de Santillana con los duques del Infantado. Se inició en 1544 y fue fallado en 1581 a favor de los Nueve Valles. Fue de vital importancia para el proceso de configuración territorial de Cantabria, ya que causó el retroceso de los dominios señoriales en la región. Además la independencia de esos valles, constituidos en la provincia de los Nueve Valles en 1589, fue el origen de la Provincia de Cantabria de 1778.

Con la resolución definitiva de este pleito, Los Tojos restableció su condición realenga y sus habitantes pasaron a formar parte de la Provincia de los Nueve Valles. En 1517, Laurent Vital, ayuda de cámara de Carlos V, describe le paso del emperador por Los Tojos, después de desembarcar en la aldea de Tazones, cerca de Villaviciosa (Asturias) procedente de Flandes. El emperador se dirigía hacia Castilla, siguiendo la vía de comunicación de origen romano que, desde la Reconquista, se denominó Ruta de los Foramontanos. En 1822, se formó el primer ayuntamiento constitucional del territorio, denominado Correpoco y que comprendía los núcleos de Viaña, Correpoco, Los Tojos y Bárcena Mayor. En 1842, el término municipal adoptó ya, tanto la denominación como los límites actuales, pasando del partido judicial de Puentenansa al de Cabuérniga; en la actualidad forma parte de partido judicial de Torrelavega.


Bárcena Mayor: con una población de 85 habitantes y localizada en una pequeña vega del río Argoza, es la única población incluida en el Parque Natural Saja Besaya. Está a 5,7km de la capital municipal y se sitúa a 495m de altitud. Debido al estado de conservación y a la uniformidad de su caserío, es Conjunto Histórico-Artístico desde 1979. Destacan la iglesia de Santa María, del siglo XVII, las antiguas casas rectorales, las casonas montañesas o las típicas casas con cerramientos laterales en las solanas. Forma parte de la Asociación Pueblos más bonitos de España, desde 2015.

Colsa: es uno de los núcleos de población más antiguos del municipio, que aparece formando parte del Valle de Cabuérniga ya en el Pleito de los Valles contra la Casa de la Vega. Tras décadas de abandono, ha recuperado parte de su identidad con la rehabilitación y recuperación de algunas de sus casas. A pocos metros del núcleo de población, se localiza la Peña Colsa, un precioso balcón natural desde el cual se puede observar el Valle del Saja.

Saja: se localiza junto al río que le da nombre, en una estrecha llanura en el fondo del valle. La evolución del núcleo está estrechamente ligada al río Saja y a los bosques que lo rodean. A 5,1km de la capital del municipio, en él residen 101habitantes. Caracterizado desde antaño por el desarrollo de oficios relacionados con la madera, que fueron durante mucho tiempo un recurso fundamental con el que complementar la actividad ganadera. La construcción de la carretera de Palombera, facilitó además el intercambio y venta de productos como aperos, carros, etc. por lana y trigo de Castilla.

Correpoco: este núcleo de población fue paso de la antigua Ruta de los Foramontanos, que llegaba a él desde el núcleo de Llendemozó, hoy abandonado y perteneciente al municipio vecino de Cabuérniga. Es el menos poblado de todo el municipio, con 55 habitantes y es la capital municipal. Destaca la Iglesia de San Juan Bautista con retablos de mediados del siglo XVIII y una pila bautismal de tradición románica.

El Tojo: situado a media ladera sobre el valle medio del río Saja, frente a Peña Colsa. Este núcleo que cuenta con 78 habitantes, al contrario que los otros del municipio, se caracteriza por su dispersión. Destacan en él, el modelo de casa popular montañesa y la Iglesia de San Justo y Pastor; además de disfrutar de un entorno natural privilegiado.

Los Tojos: este núcleo que cuenta con 115 habitantes, ejerce de capital municipal. Se sitúa en una loma a media ladera en la margen izquierda del río Argoza, a 649m de altitud. Las casas del núcleo se disponen en hilera y presentan amplios soportales abiertos por arcos de sillería; de ellas destacan la Casa de Pepón y la Casa del Artesano.